Raphael Varane es uno de los exfutbolistas directivos más jóvenes del fútbol europeo desde el pasado mes de octubre, cuando entró en el consejo de administración del Como, su último equipo como profesional, con 31 años.
Allí solo jugó un partido, en realidad 19 minutos, antes de lesionarse de gravedad ante la Sampdoria en 64avos de final de la Coppa de Italia. Un giro, un mal apoyo, mala sensación en la rodilla… fue la última lesión ya, la 27ª de su vida, su talón de Aquiles en una carrera monumental, con un Mundial con Francia (2018) y cuatro Champions con el Madrid (2014-2016, 2017 y 2018) como guinda.
Varane se perdió 153 partidos en su larga carrera, que traducido en días fueron 683, casi dos años en la enfermería, y con la última en la rodilla ya no pudo más. Muchas fueron musculares, además del menisco externo, que fue la primera gorda tras aterrizar en el Madrid con apenas 18 años. Uno de los grandes fichajes de Mourinho, avalado por Zidane, pese a sus rodillas maltrechas, un acierto total. Luego llegaron, gemelo, tendón, isquios…
Así que grabó un vídeo emocionante y con su discreción habitual colgó las botas tras una segunda etapa en su carrera, en el United, con más pena que gloria (al Madrid le costó 10 millones y a los Red Devils 50), una Copa y otra Copa de la Liga. Pero recibió muchos palos, eso sí, entre fallos y lesiones. El ascendente Como de Cesc Fábregas era el destino final con la ilusión algún día de regresar y retirarse en el Lens, algo que no ha podido hacer.
Eo sí, ahora con tiempo libre se deja ver a su manera, como ocurrió en el Bollaert-Delelise, el bullicioso estadio del Lens, donde entró camuflado con la bufanda y el gorro para pasar desapercibido, algo imposible con el paso de los minutos. “Vuelta a los orígenes… No intentes explicárselo, no lo entenderán. Ama el fútbol, las emociones. De eso se trata», dijo en sus redes. También es un habitual apoyando las campañas antiracismo, sobre todo cuando algún compañero sufre algún acoso.
Ahora empeza su “segundo nacimiento” en Como, como él mismo ha bautizado, acompañando allí a otra leyenda como Thierry Henry. En concreto su función es consultor para el desarrollo del sector joven, para la educación y la innovación apoyar el crecimiento de jóvenes talentos del sector juvenil a través de iniciativas educativas específicas, integrando formación académica, el liderazgo, una preparación de 360 grados. Y campamentos de verano, claro, cargo que le viene al pelo, ya que cuenta con una academia desde 2019 (Stages Varane) por donde han pasado más de 1800 chavales.
“He acumulado mucha experiencia en el fútbol y uno de los valores más importantes que he aprendido es la resiliencia: creo que es fundamental, tener fortaleza mental y confianza, pero es igualmente importante compartir y comunicar, tanto dentro del club como con la comunidad que lo rodea. Sólo así se podrá construir una identidad fuerte”, afirma el galo, padre de tres hijos y que arranca su segunda vida.